29 de mayo de 2012

Granito de arena que se arrapa


Sorprendente. No quiero pensar en etiquetas. Mejor me alejo de ellas y respiro y dejo de pensar. Voy a sentir.

El mar me caló y pensándote me siento poeta. Ese granito de arena que se arrapaba a mi fue más resistente que cualquier chorro de agua dulce o salada que quisiera arrebatarlo de mi... ¿Será que mi piel acurrucó el granito con cariño? Intuio que sí. ¿Pero dónde? ¿Pero cómo? ¿Será que era la última estrella de una de mis constelaciones de pecas? Si es así, las otras crearon un campo electrogravitomagnéticoestático para que se quedara con ellas, o quizás simplemente le tendieron luz y la invitaron a pasar. Ahí está el granito de arena-peca, sonriente, aireado, eternamente soleado, danzando en mi cosmos sensorial- ai la pell. Ahorita escribo las palabras que se deslizan por el granito-peca, traduzco su cosmos, y me siento feliz. Tranquila y feliz de por fin permitirme expresarmelas - permitirme expresartelas a ti, el que me regaló, aparte de una linda concha, la posibilidad de rozar ese granito de arena. Allende toda una constelación que se ilumina de vez en cuando para hacerme sonreir".