23 de agosto de 2009

Capítulo II, pg. 92


Los rapes son buenos por ser pez, ya de por sí: Porque tienen su papel en el mundo y son alimento de tantos seres y de tantas sangres. Poruqe los peces tienen escamas brillantes y su naturaleza es fluyente. Porque los hay y muchos en el amr. Pero aparte de ser pez el rape está para muchas especialmente rico. Incluso sin salsas puede ser realmente gustoso. Claro que de entre los rapes los hay que parecen especialmente “frescos”, esos que fluyen con movimientos suaves pero firmes, que emeten ultrasonidos penetrantes. Peor aún si translucen sonrisas al pasar y te reflejan, con sus impecables y gentiles escamas, los buenos recovecos de tu ser. A esos se les intuye una carne genuinametne sabrosa, un jugo virtuoso para la mente y exquisito para el paladar. Estos rapes se me aparecen en los días calurosos como el de hoy. Así, sin previo aviso, nadan entre mis iris y el infinito horizonte que se crea cuando miro sin mirar (aire, profundizándose). A pesar de la existencia de estos peces rapes, yo tengo otro tipo de pez. Es un pez olmo. De entre sus intrínescas y hermosas ventajas, seguro que algunas son diferentes a las de los rapes (ya lo desía mi abuela: no le pidas rapes al olmo). Así pues, ante las temperaturas de hoy, sólo me quedan estos saberes populares, varios suspiros, y las, siempre reconfortantes, ultravisiones.




La dislexia en los refranes y las


frases hechas. Capítulo II, pg. 92.

1 comentario:

senilDion dijo...

¿Por qué nadie riega esto? ¡Con lo bonito que lo teníais!