21 de septiembre de 2006

causas y azares

El doctor tulp creia que la causa ultima de qualquier accion residia inexorablemente en el azar. Es por esta razon que jamas se tomo excesiva preocupacion en su trabajo, viviendo en la seguridad que el azar estaba de su parte y lo ampararia en qualquier situacion. Esto lo ilustra un caso qualquiera, como podria ser el que sucedio con su pequeño vecino eusbio. En la casa contigua residia la preocupada y entregada madre de eusebito. Esta presento los sintomas de su nervioso hijo al doctor. Y Este, a su vez, dictamino ansiedad y le despacho despreocupado unas cuantas pastillas tranquilizantes. El niño, ante la despreocupada despreocupacion, se preocupo, sobretodo por que él sabia, en su fuero interno, que su problema era el miedo a los perros, aunque a él, sobre esto, nunca le preguntaron. Entonces, cada mañana, la madre se cercioro de ponerle las pastillas cuidadosamente en la boca, y Eusebito, a su vez, se cercioro cuidadosamente de no tragselas, arrojandolas, cuidadosamente,y cada mañana, por la ventana. Cada mañana se podia ver como una larga e inexorable fila de hormigas, tan contumaces como eusebito, la madre y el doctor tulp, transportaban blancas pildoras desde la base de la ventana del niño, hasta lo mas profundo de su hormiguero. Luego, las lluvias otoñales lixiviaron los tranquilizantes y los filtraron hasta un pequeño pozuelo. Fue a finales de otoño cuando eusebio se curo, salia a la calle sin nervios y las hormigas, la madre, el doctor tulp y hasta el propio eusebio rezumban alegria. El unico que yacia languido y apatico era el perro del doctor tulp, que ya no salia de casa, ni siquiera para ir a beber al pozuelo del jardin de eusebio.

1 comentario:

Mutlyum dijo...

molt bo!!! quan n'escrius un altre???